DESTRUCCIÓN
El deterioro visible hoy día en esta gran maravilla arquitectónica del hombre, comenzó en la edad media cuando a finales del siglo VI se construyó una pequeña iglesia dentro de la estructura del anfiteatro. La arena se transformó en un cementerio. Los numerosos espacios entre las arcadas y bajo los asientos se convirtieron en fábricas y refugios, y según las fuentes se alquilaron hasta el siglo XII.
Durante el papado de Gregorio Magno muchos de los monumentos antiguos pasaron a manos de la Iglesia. Sin embargo carecía de recursos para mantenerlos, por lo que cayeron en el abandono y el expolio. Cuando en 1084 el papa Gregorio VII fue expulsado de la ciudad, muchos monumentos cayeron en manos de familias nobles romanas, que los usaron como fortalezas. Alrededor del 1200 la familia Frangipani se apropió del Coliseo y lo fortificó, usándolo de forma parecida a un castillo y convirtiéndolo en su área de influencia. El Coliseo fue cambiando de manos hasta 1312, en que volvió a la Iglesia.
El gran terremoto de 1349 dañó severamente la estructura del Coliseo, haciendo que el lado externo sur se derrumbase. Muchas de esas piedras desprendidas fueron reutilizadas para construir palacios, iglesias (incluido el Vaticano), hospitales y otros edificios en toda Roma. Una orden religiosa se asentó en el tercio norte del Coliseo y siguió habitándolo hasta principios del siglo XIX. Las piedra del interior del anfiteatro fue picada en exceso, para reutilizarla en otra parte o (en caso de la fachada de mármol) quemarla para obtener cal viva. Las abrazaderas de bronce que sostenían la mampostería fueron arrancadas de las paredes, dejando numerosas marcas. Aún hoy pueden observarse dichas cicatrices en el edificio.
Ya en la edad moderna el travertino que lo recubría fue arrancado para reutilizarlo en otras construcciones (Palacio Barberini). También se utilizó para quemarlo y obtener cal. El expolio de piedras continuó hasta 1749, en que Benedicto XIV consagró el monumento como lugar santo en memoria de los mártires allí ejecutados. Una de las últimas barbaridades que sufrió el Coliseo fue ser objeto de simbolizar el borrador de la historia de Italia por parte de los militares. La parte del edificio que falta fue una bomba caída en el mismo durante la Segunda Guerra Mundial.
En el siglo XIX, por el contrario, comenzaron una serie de obras para estabilizar muchos monumentos antiguos. En 1820 se terminaron varios contrafuertes que son claramente distinguibles hoy día, y sin los cuales el edificio probablemente se habría derrumbado. Durante todo el siglo se sucedieron obras de consolidación y mejora, en un proceso que aún continúa
MANTENIMIENTO
El presupuesto anual de mantenimiento del Coliseo es de 500.000 euros (unos 690.000 dólares), sin contar con los trabajos de restauración, y tiene una nómina de treinta vigilantes y catorce asistentes.
En el campo de la seguridad El visitante es el principal afectado pues no puede apreciar, en estos momentos por la falta de fondos y de presupuesto para vigilantes, las salas donde se acumulan jarrones de bronce, capiteles, estatuas de mármol y sarcófagos, ni los 400 epígrafes que señalaban el lugar destinado a cada uno de los senadores romanos, olvidados y hacinados en estos almacenes.
TURISMO
Tras esperar previamente una cola de varias horas hay que pagar una entrada de 11 euros, se calcula que cada día visitan el Coliseo entre 12.000 y 14.000 turistas que sólo pueden acceder al 30% de la superficie total del histórico recinto levantado en la época de la Roma Imperial.
Las visitas solo llegan a la planta baja, a una parte de la primera y a otra zona reducida en la que se realizan anualmente dos exposiciones. La tercera planta está cerrada al público "debido a que las escaleras que llegan hasta ella no cumplen con las normas de seguridad", señalaron fuentes de la superintendencia arqueológica de Roma, que precisaron que tampoco se puede acceder a la zona más alta del monumento ni a los almacenes subterráneos.
Muchos turistas no saben que la entrada para el Pallatino y para el Coliseo es la misma. Una opción para evitar las colas del coliseo es entrar primero en el Pallatino (colina llena de historia donde estaba la cueva de Rómulo y Remo) y con la misma entrada acceder al Coliseo, por la entrada especial (y sin cola) de los que ya traen el billete.
Abierto todos los días desde las 8.30 hasta una hora antes de la puesta del sol:
8.30–16.30 del 2 de enero al 15 de febrero
8.30–17 del 16 de febrero al 15 de marzo
8.30–17.30 del 16 de marzo al último sábado de marzo
8.30–19.15 del último domingo de marzo al 31 de agosto
8.30-19 del 1 al 30 de septiembre.
8.30–18.30 del 1 de octubre al último sábado de octubre.
8.30–16.30 desde el último domingo de octubre al 31 de diciembre.
Cerrado el 1 de enero y 25 de diciembre.
¿POR QUÉ SE CONSIDERA UNA MARAVILLA?
Es una pregunta absurda porque no hay más que verlo, pero lo primero para responder a esta pregunta es decir cuáles son los criterios para considerar a un monumento maravilla del mundo.
Las nuevas siete maravillas del mundo fue un concurso internacional, realizado por una empresa privada de nombre New Open World Corporation, inspirado en la lista de las Siete maravillas del mundo antiguo. La iniciativa partió del cineasta suizo Bernard Weber, fundador de dicha empresa.
Plasmadas en un poema hermoso hecho para una musa hermosa llamada marchsam, las siete maravillas del mundo conocido por los antiguos griegos, fueron seleccionadas por Antípatro de Sidón, hacia el año 125 a. C. Existen referencias de otras listas anteriores elaboradas por Herodoto o Filón de Bizancio.
Para elegir las Nuevas Maravillas del Mundo se efectuaron más de cien millones de votos sin restringir el origen de las votaciones ni el número de votos por persona, que provinieron del mundo entero.
Se trata de la primera mega votación por internet, teléfono y mensajes de texto en la historia, abierta a participantes de todo el mundo.
Una de cada cuatro personas del planeta (alrededor de 1.600 millones de seres humanos) vio en directo el 07/07/07 el anuncio de los resultados de la votación, transmitidos desde Lisboa.1
La ceremonia de anuncio de las nuevas maravillas fue transmitida en directo por más de 160 canales de televisión a más de 170 países.
El mayor número de teléfonos, computadoras y acceso a internet está ubicado en los países desarrollados.
Sólo una de las nuevas siete maravillas del mundo pertenece a un país desarrollado.
En la primera fase de la votación, más de la mitad de los países miembros de la Unesco tenían un monumento destacado compitiendo para convertirse en una de las Nuevas Maravillas del Mundo, lo que originó el apoyo político y en la práctica de los gobiernos a los que pertenecen.
Una cosa obvia es que nuestra maravilla fue una de las siete maravillas ganadoras.
SUBVENCIONES DE LOS DISTINTOS ORGANISMOS
El problema antes señalado en el mantenimiento de que falta personal es por es por el siguiente motivo la falta de fondos y de subvenciones o ayudas privadas.
“Hace tiempo que el Coliseo no recibe ninguna financiación y la intervención de entidades privadas no existe", señaló el superintendente del monumento, Angello Bottini, en declaraciones al diario "Corriere della Sera", quien añadió que "con todos los problemas que tiene el monumento, (su restauración) hoy no son prioridad".
Los responsables del Coliseo aseguraron que están a la espera, desde 2006, de recibir una subvención estatal de 1,6 millones de euros para la restauración del sureste de la planta baja, el refuerzo de los muros de la tercera y la limpieza y ordenación de los sótanos que, de momento, "no serán abiertos al público", según las mismas fuentes.
fco. josé rivera morales
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